Enfermedades fúngicas
El oidio y otras enfermedades de origen fúngico son controlables con una solución a base de bicarbonato sódico. Para ello necesitaremos:
- una cucharada de bicarbonato sódico
- medio litro de agua
- una cucharada de aceite vegetal
- una cucharada de jabón líquido
Mezclamos los componentes en un recipiente y una vez disueltos rellenamos una botella con spray. Una aplicación semanal prevendrá estas enfermedades de nuestras plantas, en especial aquellas más sensibles, rosales, vides, calabacines, pepinos… Pulverizaremos siempre al atardecer o en días nublados para que el sol no produzca quemaduras a las plantas.
Malas hierbas
Para matar las malas hierbas que salen entre las losas de un suelo de ladrillo o piedra sólo hay que verter bicarbonato en polvo sobre las juntas. Permanecerán libres de malas hierbas si no han brotado y matará a las que sí lo hayan hecho.
Oruga de la col
Una mezcla a partes iguales de harina y bicarbonato sódico espolvoreada sobre las hojas de las coles infestadas matará a los gusanos de la col en uno o dos días. Podemos repetir el tratamiento cuantas veces precisemos pues es totalmente inocuo para la planta.
Garranchuelo
Esta mala hierba tan común suele crecer entre el césped y para librarnos de ella podemos usar bicarbonato sódico. Vertemos el polvo sobre la hierba y en unos días morirá. Hay que tener cuidado de que el bicarbonato no caiga sobre el césped pues lo puede quemar.
Limpieza de manos
Tras el trabajo en el jardín un buen lavado de manos es indispensable. Usa un poco de bicarbonato y restriégalo entre tus manos húmedas. Quedarán perfectas, limpias, higienizadas y desodorizadas.
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